Mi primer acercamiento a las aves fue en el jardín de la casa de mi abuela, donde aprendí a reconocer la presencia de chincoles, zorzales, tórtolas, diucas y tencas. Y aunque hoy sé que allí también hay chercanes, palomas de alas blancas, jilgueros, tortolitas cuyanas, entre muchas otras, ya en ese entonces me parecía que era injusto que en todas las novelas, cuentos y poemas se hablara tanto de los gorriones y tan poco de los chincoles o de los tiuques. Por eso me propuse darle más relevancia a las criaturas que están a mi lado en lugar de a aquellas que probablemente nunca veré.
Hace poco leí este artículo en el que proponen abordar a la web como si de un jardín se tratara, con todas sus entradas, fuentes, ríos y bancas. Y, por supuesto, un jardín no sería un jardín si no tuviera también sus aves y sus flores y plantas. Por eso me hizo sentido tratar este espacio exactamente como eso: como un jardín, similar a aquel en el que veía zorzales y tencas durante mi infancia, y en el que revolotearán todas aquellas criaturas que encuentren aquí un destino, para que, ojalá, puedan visitar también nuevos jardines.
Espero que disfrutes tu paseo por este espacio, y si encuentras algo que te guste, ¡eres libre de llevarte un esqueje! ?